Patrimonios singulares
de tierra
Registro y caracterización de patrimonio en tierra no protegido en la región de Coquimbo, Chile.
El proyecto
“Patrimonios singulares de tierra no protegidos de la región de Coquimbo, Chile. Registro y caracterización”
Año: 2022 – 2023
Fuente de financiamiento: FONDO del Patrimonio del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, en el Concurso Regional, Convocatoria 2021, en la Línea Estudios / Investigación sobre el patrimonio cultural. Folio 51523.
Equipo de investigación: Dra. Natalia Jorquera Investigadora Responsable | Departamento de Arquitectura • Mg. Arquitecto David Cortez | Departamento de Arquitectura • Mg. Historiada Andrea Osorio | Departamento de Ciencias Sociales • Geógrafo Rubén Castillo | Departamento de Arquitectura.
Colaboradores: Dra. © Elena de Santis | Universidad de Roma La Sapienza, Italia • Mg. © Manuel Ortega | Universidad de Chile/ Bolivia • Valentina Olivares García | Egresada de Arquitectura ULS • Carlos López Peredo | Egresado de Arquitectura Universidad de Chile • Javiera Cornejo Hernández | Egresada de Arquitectura Universidad de Chile.
Descripción del proyecto
El proyecto buscó identificar y caracterizar los patrimonios singulares de tierra presentes en la región de Coquimbo, entendiendo por singularidad, aquello que escapa a las características del patrimonio de tierra presente en el resto de Chile (horizontalidad, único piso, gruesos muros y pocos vanos) y en lo que recae la excepcionalidad como valor patrimonial. Haciendas de dos pisos, secadoras de tabaco, estaciones de trenes, iglesias con singular morfología y numerosos inmuebles vernáculos de dos pisos, que se encuentran desperdigados por la región de Coquimbo, sobre todo en áreas rurales, constituyen un valioso patrimonio cultural anónimo, no registrado ni protegido oficialmente, encontrándose por lo tanto en riesgo de desaparición. Con una metodología interdisciplinaria y con un fuerte componente participativo, involucrando a los habitantes de poblados patrimoniales de la región de Coquimbo, se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva de estos patrimonios dispersos en la región.
La singularidad como característica distintiva del patrimonio de la región de Coquimbo, se abordó en tres dimensiones:
- La singularidad morfológica, para identificar casos con volumetrías poco usuales en los edificios registrados, destacando las viviendas de dos pisos con balcón, las haciendas con planta en forma de H o L y las iglesias;
- La singularidad por técnica constructiva, que buscó identificar aquellos inmuebles donde se mezclaban muchas técnicas o donde existía alguna particularidad constructiva. En este ámbito destacó como hallazgo el encontrar numerosos dispositivos sismorresistentes en variados inmuebles, sobre todo en la zona de Tulahuén (valle del Limarí).
- la singularidad derivada de los elementos decorativos, que identificó aquellos inmuebles que destacan por la presencia de elementos de terminación ricamente elaborados y que, por lo tanto, poseen un valor artístico asociado, que da cuenta del desarrollo de oficios en la región de Coquimbo en el pasado. Entre estos elementos decorativos se encuentran revestimientos con motivos geométricos en sobre y bajorrelieve; pinturas al fresco; carpinterías decorativas con formas geométricas y fitomorfas.
La investigación logró catastrar un total de 626 casos de inmuebles singulares de tierra en las quince comunas de la región, el cual se clasificó en 6 tipologías arquitectónicas, de acuerdo a sus elementos en común y uso: iglesias, haciendas, patrimonio ferroviario, equipamiento, viviendas en estilo «New Mexico» y viviendas de dos pisos con balcón. Con este registro, se generaron una serie de cartografías, donde se pudo obtener una visión de la presencia del patrimonio en tierra a nivel regional y comunal, además, se elaboraron mapas temáticos que pueden dar lugar a rutas patrimoniales.
Por último, el proyecto logró develar parte de la anónima historia detrás de este patrimonio, donde se encontró que gran parte de los inmuebles que llegan al día de hoy corresponden al periodo republicano, cuando en la cúspide de desarrollo económico alcanzado entre 1872 y 1880 gracias a la actividad minero-agrícola, se consolidó la estructura urbana y se fundaron nuevos asentamientos (Villa San Isidro de Vicuña en 1821; Villa Ovalle en 1831; Salamanca en 1844; o Andacollo y La Higuera en 1891), lo que llevó a un aumento de la población. Este auge económico atrajo, además, importantes flujos de inmigrantes e hizo que llegaran a la región nuevos materiales de construcción: la madera de Pino Oregón americano proveniente de Estados Unidos, y el roble y alerce desde el sur de Chile, hicieron posible la construcción de edificaciones de varios niveles y de gran infraestructura (maestranzas, estaciones de trenes), reemplazando paulatinamente las austeras edificaciones coloniales de adobe de un único piso.